Ser coach de Zimma en mi vida representa un balance. Mis días normalmente los dedico a dar consultoría de empresas, desarrollar contenidos académicos y científicos y alguna conferencia de innovación. El hecho de poder estar frente a un grupo en una disciplina tan retadora pero liberadora al mismo tiempo, me permite salir de la zona de confort y recordarme que estamos en esta vida para disfrutarla y hacer lo que nos gusta, para ponerle esfuerzo extra y mejorar todos los días.
Me ayuda a tener presente que lo que haces en tu vida marca la diferencia para ti y los que te rodean. Tomarme esos 30 o 45 minutos de clase me cambia por completo el día y me hace más consciente de mis decisiones y que todo esfuerzo tiene su recompensa