Zimma ha representado uno de los retos profesionales más grandes que he tenido, no solamente por el esfuerzo físico y la concentración que se necesita para coordinar y ejecutar rutinas, sino por la parte emocional que es vital para lograr una conexión con lxs climbers. En 30 minutos pasamos de la euforia y la adrenalina, a la resistencia, al control de la respiración y hasta a la reflexión de lo que sentimos y lo que nuestro cuerpo va experimentando.
Zimma es un ejercicio retador, que demanda la atención total de la mente y que representa una completa desconexión con lo que ocurre afuera del estudio; por ese motivo, los efectos y el impacto de una clase, perduran por varias horas e inyectan dinamismo a nuestras actividades ddm día.
Amo Zimma porque representa una oportunidad de conectar como si fuéramos una familia, en la cual no se juzga sino que entre todxs nos empoderamos unxs a otrxs para empujarnos a ser mejores cada día. Que nadie se pierda la experiencia de escalar en otro nivel
IG: @joselixa